El Gobierno busca eliminar las PASO y juega a su favor un posible quiebre de bloques en Diputados
El Gobierno envió este jueves a la Cámara de Diputados dos proyectos para eliminar las elecciones primarias (PASO) y reformar la ley de partidos políticos. Si bien los bloques mayoritarios de la oposición se han manifestado en contra en el pasado, los libertarios confían en que podrán dividirlos.
Diputados del PRO, UCR y UxP no descartaron que los quiebres puedan ocurrir, aunque también aclararon que no hubo reuniones formales para discutir el tema.
La presión de los gobernadores jugará un papel clave en la estrategia del oficialismo. Los mandatarios provinciales podrían inclinarse a jugar con los libertarios ya que saldrían beneficiados políticamente al no tener que disputar internas en sus territorios.
El caso del PRO es el que genera mayores suspicacias. Dentro y fuera del partido que conduce Mauricio Macri coinciden en que serán los principales perjudicados con la eliminación de las primarias porque es el mecanismo para avanzar con una integración electoral con LLA. Sin la posibilidad de internas, Macri deberá llegar a una acuerdo con Karina Miley y Santiago Caputo, que negociarán desde una posición de fuerza.
En el bloque reconocen que los diputados que responden a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, podrían acompañar al oficialismo. “Pato juega fuerte en todos los temas del gobierno”, señaló una legisladora amarilla. Podrían sumar ocho votos para el oficialismo.
Ya hubo una muestra bastante contundente: el bloque libertario que conduce Pilar Ramírez, quien responde directamente a Karina Milei, presentó en la Legislatura porteña un proyecto para eliminar las PASO en CABA. Un dato destacable fue que contó con las firmas de tres bullrichistas como Juan Pablo Arenaza, María Luisa González Estevarena y Silvia Imas.
El panorama en el peronismo tampoco está muy claro. Los libertarios se mostraron esperanzados al conocerse que el Frente Renovador de Sergio Massa presentó un proyecto para suspender las PASO en la provincia de Buenos Aires el mismo día que el Gobierno envió sus proyectos al Congreso nacional.
Desde el massismo aclaran que siempre han sostenido una “posición histórica” en contra de las PASO, a las que consideran un gasto innecesario y una carga para el votante. Sin embargo, aclararon que discutirán su posición en el bloque y evitaron adelantar definiciones.
La buena sintonía política entre el kirchnerismo y el massismo no se rompió tras la derrota electoral a manos de los libertarios y representantes de ambos sectores creen que no es necesario ir a una interna cuando las listas se pueden resolver por consenso.
Entre renovadores y catamarqueños que responden al gobernador Raúl Jalil el peronismo podría aportar una docena de votos a la iniciativa de eliminar las PASO. Sergio Ziliotto, de La Pampa, Gerardo Zamora, de Santiago del Estero, Gildo Insfrán, de Formosa, y Gustavo Melella, de Tierra del Fuego, todavía no dieron señales.
En el radicalismo todos miran a los cinco aliados (”con peluca”) de los libertarios. Aún no definieron una postura en común pero no ven la idea con malos ojos. La bancada que preside Rodrígo de Loredo también podría sufrir un cimbronazo si los gobernadores deciden sumarse a la maniobra para eliminar las PASO. Alfredo Cornejo (Mendoza), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Carlos Sadir (Jujuy), Gustavo Valdés (Corrientes) y Leandro Zdero (Chaco) por ahora se concentran en la negociación del Presupuesto y esperan a recibir buenas noticias el lunes, en la reunión que pidieron con funcionarios de Casa Rosada.
“Los gobernadores de Juntos por el Cambio todavía no definieron nada”, explicaron desde el círculo de un mandatario.
Esta definición también impactará en Encuentro Federal, que tiene dos diputados que responden al gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, y al de Chubut, Ignacio Torres.
Finalmente, el bloque Innovación Federal, que tiene ocho integrantes, seguirá a rajatabla los designios de los mandatarios de Salta, Misiones y Río Negro.
Dado que es una ley electoral, el oficialismo necesitará una mayoría especial de 129 votos que solo podrá conseguir con mucha destreza política. Sin embargo, no es matemáticamente imposible.