Martinez Ossola: “El Papá Francisco fue, para Santiago del Estero, el rostro del amor de Dios hecho cercanía”
La Iglesia santiagueña, y con ella todo un pueblo de fe, amaneció hoy con la tristeza profunda por la partida del Papa Francisco. Con la serenidad de quien habla desde la cercanía humana y espiritual, Monseñor Enrique Martínez Ossola, obispo auxiliar de la Arquidiócesis, compartió sus primeras palabras ante este momento histórico y doloroso.
Martínez Ossola, expresó conmovido que el vínculo entre el Santo Padre y esta tierra fue mucho más que institucional. Lo unía una relación personal, tejida en el afecto y la visión compartida de una Iglesia en salida, pobre entre los pobres, firme en sus convicciones y libre de solemnidades vacías.
“El Papa Francisco fue un hombre de Dios, de carácter y decisiones firmes. Su vida fue una entrega constante. Murió con la mano en el arado y sin mirar atrás”, expresó con la voz quebrada pero serena.
Destacó que “para los santiagueños, Francisco no fue simplemente el líder de la Iglesia universal. Fue el Papa que miró al Norte argentino con ojos de ternura y justicia. El que hizo historia al canonizar a Mama Antula, esa santa de nuestra tierra. El que nos devolvió el alma al consagrar a Santiago del Estero como sede primada de la Iglesia en Argentina. El que honró a nuestro pastor, Monseñor Vicente Bokalic, al designarlo cardenal, dándole visibilidad a una provincia muchas veces postergada, pero rica en fe y humildad”.
Con estas decisiones, Francisco puso a Santiago del Estero en el corazón del mundo. Marcó con claridad su opción por los sencillos, por los humildes, por los marginados que hoy lloran su partida con gratitud y amor.
“Fue un signo de contradicción para muchos. Su voz incomodó, porque se animó a decir verdades. Pero no podemos reducirlo a lecturas pequeñas o a una visión política. Francisco fue un referente global, un punto de encuentro, una brújula espiritual para este tiempo herido y fragmentado”, afirmó el obispo auxiliar.
A pesar del dolor, la fe ilumina este momento. “El tiempo dará la medida real de su pontificado. Pero nosotros, los que lo conocimos, los que sentimos su cercanía, ya sabemos que Dios ha puesto su mirada sobre él. Ha vivido su Pascua y está junto a Dios”, resaltó Martínez Ossola.
“El Papá Francisco fue, para Santiago del Estero, el rostro del amor de Dios hecho cercanía. Y su legado, aquí, ya es eterno” concluyó el obispo auxiliar de la Arquidiocesis.
Mientras el cardenal Bokalic se prepara para viajar a Roma y participar de los funerales, que se extenderán por nueve días antes del inicio del cónclave, el pueblo santiagueño despide con lágrimas y gratitud al Papa que nos devolvió el protagonismo, la dignidad y el lugar en la historia.