Emotiva despedida al Papa Francisco en la Plaza San Pedro
Con profunda emoción y bajo un cielo claro, miles de fieles, líderes mundiales y miembros de la Iglesia se congregaron hoy en la Plaza de San Pedro para despedir al Papa Francisco en la Misa de Exequias, celebrada por el cardenal Giovanni Battista Re.
“Estamos reunidos en oración en torno a sus restos mortales con el corazón triste, pero sostenidos por las certezas de la fe”, expresó el cardenal Re al iniciar la ceremonia, en un mensaje que resonó en una plaza colmada de fieles y peregrinos llegados de todo el mundo.
El cardenal, decano del Colegio Cardenalicio, agradeció la presencia de jefes de Estado, delegaciones oficiales y representantes religiosos, destacando la “masiva manifestación de afecto” que acompañó los días posteriores al fallecimiento del Pontífice, ocurrido el pasado domingo de Pascua.
Recordando el último gesto público de Francisco —su bendición desde el balcón de la Basílica, pese a su frágil estado de salud—, Re señaló: “Su última imagen, que permanecerá en nuestros ojos y en nuestro corazón, es la del Papa que quiso impartirnos su bendición hasta el final”.
En su homilía, Re trazó un recorrido por los doce años de pontificado de Francisco, resaltando su elección del nombre inspirado en San Francisco de Asís como “una elección programática”, marcada por la sencillez, el servicio a los pobres y el impulso de una Iglesia “con puertas siempre abiertas”.
“Fue un Papa en medio de la gente, con el corazón abierto hacia todos”, afirmó. Asimismo, recordó su atención a los refugiados y su llamado constante a favor de los más necesitados, gestos que definieron una misión “con una fuerte impronta misionera” y que encontró eco en sus viajes apostólicos a lugares emblemáticos como Lampedusa, Lesbos, la frontera entre México y Estados Unidos e Irak.
El cardenal también subrayó dos ejes centrales de su pontificado: la misericordia y la alegría del Evangelio. “Misericordia y alegría del Evangelio son dos conceptos clave del Papa Francisco”, remarcó, aludiendo a su impulso del Jubileo Extraordinario de la Misericordia y a la publicación de documentos fundamentales como Evangelii gaudium, Laudato si’ y Fratelli tutti.
Francisco, primer Papa latinoamericano, fue recordado también por su constante llamado a la paz en un mundo sacudido por guerras y conflictos. “Elevó incesantemente su voz implorando la paz”, dijo Re, citando su reiterada exhortación a “construir puentes y no muros”.
Hacia el final de la ceremonia, y en un clima de honda oración, el cardenal Re evocó la despedida del propio Papa: “Francisco solía decir: ‘No se olviden de rezar por mí'”. Con voz serena, concluyó: “Querido Papa Francisco, ahora te pedimos a ti que reces por nosotros y que desde el cielo bendigas a la Iglesia, a Roma y al mundo entero”.
La Plaza de San Pedro quedó envuelta en un emotivo silencio mientras los presentes acompañaban en oración al líder que, durante más de una década, llevó adelante un pontificado centrado en la misericordia, la fraternidad y la esperanza.