Dani Alves fue condenado a cuatro años y medio de cárcel por agresión sexual

Finalmente, tras tres semanas de juicio oral, se conoció la pena de cárcel que recibió Dani Alves por la acusación de agresión sexual en 2022. El brasileño fue condenado a cuatro años y medio de prisión después de que la Justicia lo encontrara culpable. Además, la sentencia incluyó que Alves tiene que estar alejado de su víctima por nueve años y medio, sumado a tener que pagar una indemnización de 150 mil euros.

El tribunal de Barcelona concluyó en que las pruebas eran suficientes para condenar a Alves por violación. La fiscalía pretendía que el ex futbolista de 40 años reciba una condena de nueve a 12 años, pero por existir una indemnización desde el inicio del proceso, la pena recibió un atenuante. El nacido en Bahía pasaba sus días en el Centro Penitenciario Brians 2 de Cataluña y, por el momento, no está definido si seguirá alojado en esa unidad o será enviado a otra.

Lo que está confirmado es que una vez que cumpla su condena, la cual ya cuenta los 13 meses que lleva detenido, estará otros cinco años con libertad condicional. Por su parte, la defensa de Alves, la abogada Inés Guardiola, confirmó que apelará la sentencia.

El inicio del caso se remonta al fin de año de 2022 cuando Dani Alves fue acusado de violación tras un episodio ocurrido en una discoteca de Barcelona llamada Sutton. El brasileño quedó detenido a las pocas horas y desde entonces la Justicia trabajó para llegar a la conclusión final.

Los detalles de la víctima y la resolución de la Justicia

En su declaración testimonial, la víctima acusó a Alves de manera contundente alegando que entró al baño del local bailable junto con el brasileño pero que, al querer irse, el brasileño la golpeó y la insultó. Por último, relató que la obligó a tener relaciones con él.

La resolución del Tribunal confirmó lo relatado por la mujer y sostuvo: “El acusado cogió bruscamente a la denunciante, la tiró al suelo y evitando que pudiera moverse la penetró vaginalmente, pese a que la denunciante decía que no, que se quería ir”. Y además, agregó: “Con ello se cumple el tipo de ausencia de consentimiento, con uso de la violencia, y con acceso carnal”.

La versión que dio Alves de los hechos

“Cuando entramos en el baño, nos pusimos frente a frente. Ella me besó y empezó a quitarme los pantalones. Le ayudé a quitarme los pantalones. Ella me sentó en el retrete y empezó a hacerme una felación”, empezó relatando.

Y agregó: “Le pregunté dos veces si le estaba gustando y me dijo que sí. Y fue cuando ella se incorporó de espaldas a mí, juntando nuestro sexo en penetración. Al finalizar la levanté, que estaba encima de mí, la levanté y me corrí fuera de su sexo. Ni en el reservado ni en el baño, nunca me dijo que parara ninguna acción”, cerró.

El futbolista argumentó que apenas terminó el episodio sexual, se levantó y ambos se fueron. Y expresó que quizás su falta de interés de continuar con ella pudo haber generado un enojo en la denunciante. “Salí al reservado. Y después salió ella. Supongo que enfadada por mi actitud. Yo fui siempre un cómplice de las ganas que tenía o de las ganas que yo tenía”, explicó en su versión.

Y cerró: “Yo le dije de ir al baño y trasladar todo lo que estábamos viviendo ahí (en el VIP). Simplemente eso y ella me dijo que sí”. Lo que sí negó es haberle causado las heridas en las rodillas que fueron reportadas.

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