Murió la joven iraní que habría sido atacada por la Policía de la moral por no llevar velo

La adolescente iraní Armita Garawand que estaba en estado de coma tras ser agredida en el subte de Teherán por la Policía de la moral, quien la habría querido retener por no llevar el velo, murió este sábado después de estar casi un mes en terapia intensiva, según medios locales.

“Armita Garawand, una alumna de Teherán, falleció hace una hora tras un tratamiento médico intensivo y 28 días de hospitalización en la unidad de cuidados especiales”, anunció la agencia de prensa Borna, dependiente del ministerio de Juventud y Deportes.

La joven, de 16 años y originaria de una región kurda, estaba hospitalizada en el hospital Fajr de la capital de Irán desde el 1 de octubre, tras desmayarse en el metro de la capital. Las circunstancias del incidente siguen siendo objeto de controversia.

Desgraciadamente, los daños cerebrales llevaron a la víctima a pasar un tiempo en coma y falleció hace unos minutos”, señaló el comunicado de la agencia IRNA. A principios de la semana la adolescente había sido declarada con muerte cerebral.

Armitaestaba internada con lesiones en la cabeza tras la presunta agresión en una estación de subte de Teherán a principios de este mes, según activistas. Fue a pocas semanas de que Irán aprobara una legislación que impone penas mucho más duras a las mujeres que violen las normas sobre el hiyab en el país.

La Organización Hengaw para los Derechos Humanos, con sede en Noruega y centrada en los derechos de los kurdos, había afirmado que Geravand fue “agredida” por la policía de la moral y cayó en coma. Otra red de la oposición, IranWire, aseguró que la joven había sido hospitalizada con “traumatismo craneal”.

Cómo habría sido la agresión de la Policía moral

Awyer Shekhi, colaboradora de Hengaw, declaró a la CNN que unas agentes de la policía de la moral se habían acercado a Geravand cerca de la estación de metro de Shohada y le habían pedido que se ajustara el hiyab.

Esta petición dio lugar a un altercado en el que los agentes de la policía moral agredieron físicamente a Geravand. La empujaron, lo que provocó su desmayo”, declaró Shekhi.

Los amigos y familiares de Geravand también desmintieron la intervención de la policía moral, aunque no queda claro si fueron coaccionados.

Funcionarios de la ONU y grupos de derechos humanos habían acusado a las autoridades iraníes de presionar a las familias de los manifestantes muertos para que hagan declaraciones que apoyen la versión del gobierno.

Según varias organizaciones no gubernamentales, la adolescente resultó herida de gravedad a raíz de una “agresión” a manos de los miembros de la policía de la moral, encargados de vigilar la obligación de las mujeres iraníes de cubrirse en público la cabeza con un velo.

Las autoridades, en cambio, argumentan que la adolescente sufrió una “caída de presión”, y negaron que hubiera ocurrido un “altercado verbal o físico” entre ella y los pasajeros o responsables del metro de Teherán.

La causa de la muerte

Este sábado, la agencia local Tasnim citó fuentes médicas afirmando que la joven “sufrió una caída que le causó una lesión cerebral, seguida de convulsiones continuas, una disminución de la oxigenación cerebral y un edema cerebral“.

El caso se produjo algo más de un año después del fallecimiento bajo custodia policial, el 16 de septiembre de 2022, de Mahsa Amini. La joven, de 22 años, también de origen kurdo, que había sido detenida por incumplir supuestamente el estricto código de vestimenta impuesto a las mujeres en Irán.

Su muerte en detención desató un amplio movimiento de protesta en el país que dejó cientos de muertos, incluyendo miembros de las fuerzas de seguridad, y provocó la detención de miles de personas.

 

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