Día Internacional de la Luna: cuáles son las 3 curiosidades sobre su clima, según la NASA
La Luna, el satélite natural de la Tierra, se habría formado a partir de la colisión de un objeto del tamaño de Marte contra la Tierra hace miles de millones de años.
Allí, en la Luna no cae nieve. Nunca hay truenos. No se forman nubes en el cielo negro. Es decir, el “clima” en el satélite natural de la Tierra es completamente distinto de lo que ocurre en nuestro planeta.
El clima lunar está dominado por oscilaciones de temperatura de cientos de grados, la llegada de rocas espaciales de todos los tamaños, y las partículas y la energía que viajan desde el Sol y más allá, según explicaron científicos de la agencia espacial de los Estados Unidos, la NASA.
Hoy, 20 de julio, es el Día Internacional de la Luna. Así lo establecieron la Naciones Unidas a través de la resolución 76/76 sobre “Cooperación internacional en la utilización del espacio ultraterrestre con fines pacíficos”, en 2021.
Se eligió el 20 de julio para rememorar el aniversario del primer aterrizaje del ser humano en la Luna como parte de la misión Apolo 11. También se celebran los logros de todos los Estados en la exploración de este cuerpo celeste y crear conciencia pública sobre la exploración y utilización sostenible en él.
El viernes pasado, la India lanzó su tercera misión a la Luna, con el objetivo de ser la primera en alunizar cerca de su poco explorado polo sur. Fue la nave Chandrayaan-3, con un orbitador, un módulo de aterrizaje y un vehículo explorador, que despegaron del centro espacial de Sriharikota. Está previsto que el módulo de aterrizaje de esta misión llegue a la superficie lunar los días 23 y 24 de agosto. Si tiene éxito, India será el cuarto país en lograr un aterrizaje suave en la Luna, después de Estados Unidos, la ex Unión Soviética y China.
Mientras tanto, la NASA planifica misiones al satélite natural de la Tierra para el año próximo y para 2025 como parte del programa Artemis. El objetivo es desarrollar una presencia humana sostenible en dicha superficie, y sentar las bases para una posterior exploración humana del planeta Marte.
Aquí van las 3 curiosidades del clima de la Luna, según explicaron los expertos de la NASA en su página web:
1- La Luna no tiene la atmósfera como la de la Tierra
La Luna viaja alrededor de la Tierra en una órbita ovalada a 3.680 kilómetros por hora. El calor abrasador y el frío helado son comunes en su superficie, y los cambios de temperatura son rápidos y drásticos, porque no tiene atmósfera como la Tierra.
Un centímetro cúbico de la atmósfera terrestre contiene cien mil millones de veces más moléculas que la misma cantidad de espacio cerca de la superficie lunar. Esto significa que su entorno está casi vacío, pero no del todo. La capa de gas que apenas existe alrededor de la Luna se llama “exosfera”.
2- Las temperaturas en la Luna varían de manera extrema
La exosfera de la Luna es demasiado escasa para atrapar o propagar la energía del Sol. Esto hace que las diferencias entre las zonas iluminadas por el Sol y las sombreadas de la Luna son extremas. Las temperaturas cerca del ecuador lunar pueden alcanzar los 121°C a la luz del día y caer en picado, al anochecer, hasta los -133°C.
En los cráteres profundos cercanos a los polos de la Luna, las sombras permanentes mantienen la superficie aún más fría: el orbitador Lunar Reconnaissance de la NASA registró temperaturas inferiores a -246°C. Estos lugares siempre oscuros albergan depósitos de hielo que pueden tener miles de millones de años.
3 – El clima desde el espacio
El clima del satélite natural de la Tierra procede directamente del espacio. Eso sucede porque la exosfera que tiene es demasiado delgada para producir el clima como el de la Tierra. Como consecuencia, la Luna está impactada por los rayos cósmicos, el viento solar, la eyección de masa de la corona del Sol y corrientes de meteoroides.
Los rayos cósmicos galácticos llegan de los confines de la Vía Láctea y, a veces, incluso de otras galaxias. Estos pueden romper los átomos de la superficie de la Luna, liberando radiación.
También una corriente continua de “viento” solar provoca quemaduras en la Luna. Carga el paisaje lunar de electricidad estática y aporta ingredientes químicos que podrían fabricar agua.
Las ondas de choque provocadas por las gigantescas erupciones del Sol también hacen llegar ocasionalmente a la Luna ráfagas de partículas de alta energía. Por si fuera poco, los micrometeoroides, y a veces objetos espaciales de mayor tamaño, azotan la superficie lunar. Esa lluvia seca de escombros remueve los materiales de las capas exteriores de la Luna, dejando al descubierto material fresco.