Carolina Llanos será distinguida en los Premios Madre Teresa por su rol como educadora y su ayuda humanística en el interior provincial

Este 26 de marzo se entregarán los Premios Madre Teresa en Sasha Club, ubicado en Jujuy y Almafuerte de la ciudad capitalina. El evento, organizado por Gurnier Producciones, busca despertar la solidaridad por los que menos tienen, ya que se ayudará a la obra de amor de la hermana Lucrecia López, de la Aldea de Ancianos San José de la ciudad de Loreto.

En su primera edición, los premios serán conducidos por Jana Maradona, hija del ex futbolista e ídolo Diego Maradona. Cabe destacar que se distinguirá el trabajo social, responsable y comprometido de los santiagueños/as en los distintos ámbitos como la cultura, arte, deportes, política, salud y acción social.

Carolina Llanos es una mujer a premiar, por su rol como educadora y su ayuda humanística en el interior provincial. Con su ímpetu y dedicación logró alcanzar cargos de gran importancia a nivel nacional. Actualmente es Secretaria Nacional de Actas y Prensa de UATRE (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores) y Directora Nacional de RENATRE (Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores).

Biografía

Nació el 27 de julio de 1972, en un pueblo llamado El Bobadal, ubicado en el Departamento Jiménez. Hija de un trabajador y una trabajadora rural. La única hija mujer de 4 hermanos.
Desde muy pequeña sabía que tenía que ser diferente. Impulsada por el gran ejemplo de su madre: el de dar y hacer el bien, así como el de su padre: luchar por la defensa de los derechos de los y las trabajadoras rurales, forjó sus sueños.

Transcurrió sus primeros años migrando por diferentes pueblos, como El Arenal, El Rincón, Pozo Hondo y tantos otros, viviendo por etapas con sus abuelos maternos y otros con su madre, ayudando siempre en el cuidado de su hermano menor, cambiando de escuelas, y esa migración contante no le permitía establecer vínculos permanentes con los niños y las niñas de su edad. Entre idas y venidas, entre relatos y fabulas de su abuelo Leandro, quien marcó su vida para siempre, tuvo una vida sacrificada entre carencias, inequidades y aprendizajes.

Gracias a la ayuda que recibía podía movilizarse a la ciudad cercana de Pozo Hondo, vistiendo ropa que donaban o algún retazo de tela que tenía o le regalaban y que con mucho esfuerzo su madre mandaba a confeccionar. Pero más allá de cada obstáculo, logró recibirse de Maestra Rural.

Cada parte de estas pequeñas líneas describen brevemente cuales fueron los hitos que determinaron su actual rol en la sociedad, como así también en el corazón de cada trabajador y trabajadora rural que ayudó.

 

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