Terremoto en Siria y Turquía: el número de víctimas asciende a 24.000 y la ayuda llega a cuenta gotas
A días de cumplirse una semana del sismo más potente que sacudió a la zona en años, la cifra de muertos asciende con velocidad. Mientras tanto, la ayuda humanitaria ingresa de a poco. La ONU pidió un alto el fuego inmediato en Siria para facilitar el acceso al territorio
Dentro de pocos días se cumplirá una semana del terremoto más fuerte que sacudió a Siria y a Turquía en décadas: un movimiento telúrico que hasta ahora dejó un total de 24 mil víctimas fatales y en donde las frías temperaturas del invierno no ayudan a los sobrevivientes. Mientras tanto, la ayuda humanitaria solicitada por ambos países ingresa a cuenta gotas.
La desesperación es cada vez mayor. Miles de personas se encuentran a la deriva por la destrucción total de sus viviendas y la escasez de alimentos: según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al menos 870.000 personas precisan urgentemente comida y, solo en Siria, 5,3 millones se quedaron sin casa.
El Programa Mundial de Alimentos pidió 77 millones de dólares para aportar raciones de comida a al menos 590.000 personas desplazadas a causa del terremoto en Turquía y 284.000 en Siria.
Una de las múltiples tragedias ocasionadas por el terremoto se encuentra un grupo de 24 niños chipriotas de entre 11 y 14 años que estaban en Turquía para un torneo de voleibol cuando el terremoto engulló su hotel. Los medios turcos aseguran que 19 personas del grupo, que incluía además a 15 adultos, se confirmaron muertas. Diez de los cuerpos ya fueron repatriados a sus casas en el norte de Chipre.
Frente a este escenario de crisis, la ONU pidió un alto el fuego inmediato en Siria y la apertura de más puntos de paso para la ayuda humanitaria, que por ahora solo puede transitar por el puesto fronterizo de Bab al Hawa.
El gobierno local anunció que autorizará el suministro de ayuda internacional a las zonas controladas por los rebeldes en el noroeste del país, también castigado por el sismo, puesto que solo dos convoyes humanitarios habían cruzado desde Turquía al área rebelde donde viven alrededor de cuatro millones de personas.
Mientras tanto, Turquía indicó que está trabajando para abrir otros dos puntos de paso “con las regiones bajo el control del gobierno” sirio “por razones humanitarias”. En cuanto miles de personas duermen en tiendas de campaña o en sus coches y se reúnen junto a hogueras para calentarse en medio de unas temperaturas glaciales, por miedo a volver a sus casas o porque sus viviendas ya no existen.