Ya son más de 11.200 los muertos por el terremoto en Turquía y Siria

Los equipos de rescate en Turquía y Siria seguían buscando este miércoles entre los escombros sobrevivientes del terremoto que se produjo el lunes por la madrugada con una intensidad de 7.8 grados en la escala de Richter. Según consignó la agencia de noticias AFP, en las últimas horas la cifra de personas fallecidas a causa del sismo ya asciende a más 11.200, con alrededor de 55.000 heridos. Los equipos de socorro y rescate luchan contrarreloj para encontrar personas vivas.

El ministro de Interior de Turquía, cuyo gobierno decretó siete días de luto nacional, advirtió que las próximas 48 horas serán “cruciales” para encontrar sobrevivientes. En ese país, según la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), se registraron hasta el momento poco más de 8.500 muertos, en tanto en Siria, organizaciones humanitarias informan que ya hay poco más de 2.600 muertos (entre las zonas controladas por el Gobierno y las regiones consideradas “rebeldes”). Voluntarios de protección civil de estas últimas zonas afirman que el saldo subirá “considerablemente porque cientos de personas siguen atrapadas bajo los escombros”.

El del lunes es el peor terremoto que padeció Turquía luego del sismo de 1999, cuando murieron 17.000 personas. Luego del momento de mayor sacudida siguieron numerosas réplicas, algunas muy fuertes, lo que provocó la desesperación de la población que sigue sin regresar a sus casas por temor a derrumbes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que alrededor de 23 millones de personas quedaron expuestas a las consecuencias del terremoto, “incluyendo cinco millones de personas vulnerables”.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, decretó el estado de emergencia por un período de tres meses en diez provincias afectadas. A su vez informó que 45 países ya ofrecieron ayuda y asistencia, entre ellos Argentina.

Del lado sirio el terremoto va a agravar aún más la crisis humanitaria tras una década de guerra civil, que incluyó los ataques del gobierno de Bashar Al Asad contra las fuerzas opositoras que controlan parte de la región afectada, y los bombardeos permanentes de las fuerzas turcas contra los kurdos en el norte de Siria.

Se trata de una catástrofe que agravará el sufrimiento de los sirios, que ya se enfrentan a una grave crisis humanitaria. Millones de personas ya se han visto obligadas a huir por la guerra en la región y ahora muchos más se verán desplazados por este desastre.

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