Conmoción en la TV Pública: el periodista Ariel Lima Feijoo murió en la redacción del noticiero
Ariel Lima Feijoo murió este miércoles de un paro cardíaco masivo en el canal en el que trabajó en los últimos 30 años. El periodista estaba sentado en la redacción del noticiero de la TV Pública cuando sufrió un paro cardíaco masivo.
Sus colegas del informativo de la señal estatal creyeron en un principio que se había quedado dormido, pero luego se dieron cuenta que se había descompuesto, fue atendido por el departamento médico de la TV Pública y también por los médicos del SAME, pero las maniobras de RCP no lograron reanimarlo.
El fallecimiento provocó conmoción y dolor en el canal que dirige Claudio Martínez, bajo la órbita de la presidenta de RTA Rosario Lufrano.
El periodista Lima Feijoo trabajó durante más de 30 años en el canal estatal, que forma parte de la empresa Radio y Televisión Argentina (RTA). Entre 1988 y 1992 fue secretario gremial de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA). Más tarde, entre 1992 y 1995 se desempeñó como dirigente de la Federación de Trabajadores de Prensa (FaTPren).
Antes trabajó en agencias de publicidad. Además de sus apariciones frente a cámara, mantenía un fuerte lazo con el mundo de la gráfica: “La columna vertebral es la narración, el saber contar”. Transmitía su experiencia en esporádicos seminarios y cursos en todo el país.
“Compartimos el profundo dolor por la partida del compañero Ariel Lima, trabajador de Canal 7 y quien fue dirigente gremial de nuestra Federación”, dijo FaTPren en un comunicado.
“Con mucho dolor despedimos a nuestro compañero Ariel Lima, quien trabajó en Canal 7 por más de 30 años y fue dirigente gremial en distintas épocas”, señalaron en otro comunicado los trabajadores del canal nucleados en el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA).
Como escritor, Lima Feijoo publicó el libro “Un abrazo, tres religiones”, una crónica de la gira del papa Francisco por Medio Oriente en mayo de 2014. En sus redes también se presentaba como “asesor en comunicación e imagen”. Era hincha de Boca y amante de las canciones de Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat.
En sus perfiles compartía algunas fotos de sus coberturas (como una entrevista con Paloma Herrera cuando la bailarina dirigía el Ballet Estable del Teatro Colón), así como cruces con funcionarios y usuarios en defensa de sus amigos.
Así fue que sentó posición tras la muerte del periodista de TN Edgardo Antoñana. “Un ejemplo de vida. ¿Los mejores de los nuestros se van primero?”, se preguntó cuando falleció su colega, en octubre de 2017.
Pero Ari -como lo conocían sus amigos- también se dio tiempo para compartir uno de sus objetivos vitales concretados: una breve incursión en el cine como extra. Sacaba pecho con una fotografía de su participación en la película “No llores por mí, Inglaterra” (2018), dirigida por Néstor Montalbano y protagonizada por un extravagante elenco encabezado por Mike Amigorena, Gonzalo Heredia y Diego Capusotto.
“Un deseo cumplido”, escribió quien se calificaba como “mitad actor, mitad caradura”.
Compañeros de coberturas interminables recordaron sus agasajos con cenas y asados. “Un gran periodista y un mejor amigo”, lo rememoraron. Y lamentaron: “Hoy, la calle es un lugar un poco más solitaria y triste sin tu presencia”.
Fuente: Clarín