La mejor jefa: le pagó a todos sus empleados y sus familias las vacaciones
“Para mí, todos somos una familia”, dice Marisol Moreno, propietaria “Santo Pecado”, una conocida tienda polirubro ubicada en la avenida principal de la ciudad de Tintina. No siempre fue así. Esta joven arrancó vendiendo ropa, casa por casa, hace ya más de una década y hace dos años soñaba con vacacionar junto a sus empleados.
El domingo 26 de enero, el anhelo se hacía realidad. Una combi trasladaba hasta Valle Hermoso (Córdoba) a 19 personas: la dueña del local, su pareja y sus tres hijos y su papá. Sus hermanos, Hernán y Matías, con sus respectivos hijos y, Gabriela, pareja de este último. Sus primas Belén y Micaela, con sus respectivas parejas y el hijo de la última de ellas; más Soledad y Pamela con su hijo.
Durante una semana dejaron el negocio en otras manos, armaron las valijas y se fueron a disfrutar de las sierras y a compartir como una –gran– familia. Visitaron La Falda, Cosquín, Villa Carlos Paz y el Cerro Uritorco, ya de regreso. “Nosotros ya conocíamos el camping en Valle Hermoso y a los encargados, así que sabíamos cómo manejarnos. De ahí nos quedaba cerca todo, por eso es que decidimos ir para ahí, en el medio. A la mañana nos levantábamos temprano, desayunábamos todos juntos y cada día nos turnábamos para cocinar”, comentaba Marisol acerca de la estadía que concluyó el sábado último.
Desde Santiago, salieron con todo planificado para disfrutar a pleno de los atractivos turísticos que ofrece la vecina provincia: cascadas, montañas, lagos, piletas y juegos. “Nuestra idea era, más que nada, hacer actividades para los chicos, porque son siete niños. Como los grandes nos prendemos en lo que hacen ellos, no ha habido problemas (…) Eran todas actividades muy familieras que nosotros siempre hacemos con mis hijos”, relataba.
En mayo del año pasado, la joven emprendedora llegaba con la propuesta de viaje para el equipo de Santo Pecado. “Ellos primero no querían porque pensaban que iban a gastar. Yo desde un principio les decía que únicamente tenían que ocuparse de la comida, mercadería en realidad; lo demás todo era gratis”, confiaba.
Esta no es la primera vez que esta joven visionaria vive días de descanso con las familias de su negocio. El año pasado ya se trasladaron a Santiago capital para pasar el día en una finca. Por eso, en este 2022 querían algo distinto, una experiencia fuera de la provincia. “Para todos, excepto Hernán y mi papi, ha sido la primera vez de viajar y de vacacionar. Ellos no son de salir de Tintina”, contaba.
Cuando a Marisol se le ocurrió llevarse a todos, planteaba: “La idea era ir a compartir. Yo siempre pienso a mi negocio como una familia, por más que no lo seamos todos. Entre los chicos –equipo de trabajo– está mi única y mejor amiga y su hermana”.
De cero y “a pulmón”
Este año, Santo Pecado cumple 11 años, diez como un local. Con un entusiasmo arrollador, su dueña comenzó desde cero y “a pulmón”. Viajaba a buscar ropa, luego se dedicaba a venderla casa por casa, con carro en mano, en principio y en el auto de su pareja a los pueblos más alejados después.
Casi tres años después decidió trasladarse a un local en el centro de Tintina “por cuestiones de venta”. “En octubre se van a cumplir 11 años. Antes de eso, el único trabajo que he tenido son casi seis meses en YPF, es mi única experiencia laboral. Esto ha sido todo a pulmón”, aseguraba.
Fuente: Periódico Sur Santiagueño