Según un informe de Greenpeace, en 2021 se deforestaron más de 110 mil hectáreas en el norte argentino
La organización ambientalista Greenpeace aseguró que durante 2021 se deforestaron 110.180 hectáreas de bosques nativos en el norte argentino, superficie equivalente a cinco veces el tamaño de la ciudad de Buenos Aires, y requirió penalidades para quienes llevan adelante estas actividades por las que, en el período entre 1998 y 2020 se perdieron cerca de 7 millones de hectáreas, según cifras difundidas por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación.
La organización ambientalista dio a conocer este martes un informe en el que aseguró que durante 2021 “se deforestaron 110.180 hectáreas en el norte argentino, de las cuales 52.290 corresponden a la provincia de Santiago del Estero; 29.165 a Formosa; 18.068 a Chaco y 10.657 a Salta”.
“Más del 80% de la deforestación” en Santiago del Estero “fue ilegal, ya que se realizó en bosques clasificados en las Categorías I, Rojo y II, Amarillo, donde no se permiten desmontes”, según la ley de bosques sancionada en 2007, agregaron.
En Chaco “las topadoras arrasaron 18 mil hectáreas, a pesar de que los desmontes están suspendidos por la justicia provincial”, precisó la organización ecologista, que reclamó “la penalización de la destrucción de bosques”.
“Es muy preocupante el aumento de los desmontes ilegales. Es urgente acabar con esta impunidad, para lo cual se hace necesario que la destrucción de bosques se convierta en delito penal”, aseguró Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.
“Estamos ante una emergencia sanitaria, climática y de biodiversidad. Más deforestación significa más cambio climático, más inundaciones, más desalojos de comunidades campesinas e indígenas, más desaparición de especies en peligro de extinción y más enfermedades; un verdadero ecocidio”, agregó.
El informe sobre deforestación se realizó mediante la comparación de imágenes satelitales que advirtieron la afectación de 110.180 hectáreas, lo que equivale a más de cinco veces la superficie de la ciudad de Buenos Aires.
Para Greenpeace, “Argentina se encuentra en emergencia forestal”, y recordó que en 2014 el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) advirtió que “aquí se producía el 4,3% de la deforestación global y que durante la primera década del siglo 21 fue la principal fuente de emisiones de carbono del norte argentino”.
En este sentido, enfatizaron que “las principales causas de la pérdida de bosques son el avance de la frontera agropecuaria (ganadería y soja transgénica que en gran medida se exportan a China y Europa) y los incendios forestales”.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ubicó a la Argentina entre los diez países que más desmontaron entre 1990 y 2015, cuando se perdieron 7,6 millones de hectáreas, a razón de 300.000 hectáreas al año.
“La sanción, a fines de 2007, de la Ley de Bosques (26.331) fue un logro sin precedentes y un ejemplo de la importancia de la participación de la sociedad civil, que presionó al Congreso Nacional mediante un millón y medio de firmas, todas las provincias realizaron el Ordenamiento Territorial de sus Bosques Nativos (OTBN), los cuales prohíben los desmontes en casi el 80% de las zonas forestales (Categorías I, Rojo y II, Amarillo)”, agregaron desde Greenpeace.
Sin embargo, “los ordenamientos de Formosa, Corrientes y Buenos Aires fueron muy cuestionados por dejar amplias zonas en la Categoría III, Verde, donde se permite solicitar permisos de desmonte”, concluyó la organización.