Efemérides: Se cumplen 28 años del santiagueñazo
El estallido popular en Santiago del Estero, en la primera gran reacción contra las políticas neoliberales, derivó en la renuncia del gobernador Fernando Lobo y la intervención federal a cargo de Juan Schiaretti.
En diciembre del 93 la provincia se encontraba en una crisis total: no se pagaban los sueldos de los empleados públicos hacía tres meses. Un mes antes se aprueba la “Ley Ómnibus”, ideada por el gobierno nacional, donde en uno de sus artículos se le exigía al gobierno provincial “la disponibilidad de todo el personal del Estado Provincial y el cese inmediato del personal que no haya alcanzado a la fecha presente, un año de antigüedad”, además de reducir el salario en un 50%. La rebelión no se hace aguardar.
El 16 de diciembre, más de 5.000 empleados públicos salen a la calle desde muy temprano exigiendo la renuncia del gobernador y de otros funcionarios. Se concentraron al frente de la Casa de Gobierno e inmediatamente entraron a quemar sus instalaciones. Una vez terminados los destrozos, se dirigieron a los Tribunales y a la Legislatura. La rebelión no había sido convocada por ningún sindicato ni central obrera, sino por trabajadores autoconvocados docentes, dado el enorme peso que tenían el sector publico. Junto a ellos se unieron los centros de estudiantes de escuelas secundarias y trabajadores de la salud. Si bien la policía reprimió duramente, no logró calmar la furia de los trabajadores, que luego se dirigieron a las casas de distintos funcionarios políticos.
La rebelión duró hasta el otro día, cuando el gobierno nacional decide intervenir la provincia, luego de conocer la renuncia del gobernador, y designa como interventor a Juan Schiaretti, el actual gobernador de Córdoba.