Bolsonaro tildó de “cobardes” a los que piden las vacunas

Con más de 257 mil muertos por coronavirus en el país, el presidente de Brasil,  Jair Bolsonaro, insistió este jueves con que quien cumple el distanciamiento social es un “cobarde” y “caprichoso”. Además, tildó de ‘idiotas’ a quienes le piden que compre más vacunas contra el coronavirus, y calificó a la cuarentena como un “estado de sitio”.

Un día después del récord de muertes diarias, en el marco del colapso hospitalario, toque de queda y restricciones que sufre Brasil, Bolsonaro defendió su posición histórica de no adherir al distanciamiento social para evitar contagios. Tal es así que en un acto en el estado de Goiás ante productores rurales, el mandatario brasileño vinculó el distanciamiento social “con la cobardía y el temor”.

“Ustedes no se quedaron en casa. No se acobardaron. Hay que enfrentar los problemas. Basta de caprichitos, de quejarse todo el tiempo. ¿Hasta cuándo van a seguir llorando? Obvio que hay que respetar a los más viejos, a los que tienen comorbilidades. ¿A dónde irá Brasil si paramos? La propia Biblia dice en 365 pasajes que no hay que temer”, sostuvo.

Antes del discurso frente a los ganaderos, el mandatario se había pronunciado contra las cuarentenas decretadas en todo el país tras el colapso en la red de hospitales, las tildó de “estado de sitio” y convocó a la población a salir “de abajo de la cama” para no “morir de hambre”, durante otro mensaje público en Uberaba, Minas Gerais, uno de los estados colapsados.

Además, el mandatario ultraderechista fustigó a los intendentes y gobernadores por imponer toque de queda, cuarentenas y cierre de comercios para enfrentar la segunda ola de Covid-19.

“La Justicia le dio superpoderes a los intendentes para cerrar la economía. Impusieron un estado de sitio a través de los intendentes y esto está mal. Hay que enfrentar el problema sin pánico. La vida debe seguir”, afirmó.

Cabe destacar que el discurso coincidió con la declaración de toque de queda nocturno y cierre de actividades decidida por el intendente de Río de Janeiro, donde Bolsonaro tiene residencia.

Para Bolsonaro, “otros problemas matan más que el virus como el desempleo”.

“Si la gente se queda en su casa todos van a morir de hambre”, agregó y aclaró que no es un negacionista del virus. “Ahora la prensa, que me llamó racista, homofóbico, dictador me llama terraplanista”, dijo riéndose, al lado de ministros.

Tras bromear, el mandatario volvió a defender el uso de hidroxicloroquina -un remedio contra la malaria sin efectividad manifiesta contra el coronavirus- como tratamiento precoz, como lo hizo desde el inicio de la pandemia, pese a las repetidas alertas de científicos.

En paralelo, elogió el acuerdo para comprar vacunas de Pfizer cerrado por el ministerio de Salud, pero también destacó que una de sus búsquedas para solucionar la pandemia que prioriza su Gobierno es un spray nasal contra el coronavirus que está en fase de prueba en Israel.

“Hay mucho idiota que aparece pidiendo que compremos vacunas cuando en el mundo no hay vacunas”, expresó.