Artistas bandeños trabajan para restaurar cuadros de la artista plástica Juanita Briones
La artista plástica bandeña Susana Ciappino se encuentra realizando el trabajo de restauración de la colección de cuadros de la memorable Juanita Briones, los que fueron trasladados años a tras desde la provincia de Tucumán como donativo de la familia Briones a la ciudad que vio nacer a esta talentosa pintora.
Susana Ciappino es la encargada de realizar el delicado trabajo de renovación de 20 cuadros que fueron entregados como donación años atrás por sus hermanas Carola y Rosalía a la Municipalidad de La Banda.
Las obras se encontraban en la casa de la familia Briones en la provincia de Tucumán, desde donde el entonces director de Cultura Municipal, Pedro Ramírez, las traslado para que fueran expuestas en el edificio de la Dirección de Cultura en calle Irigoyen N° 235. Asimismo, fueron entregados muebles de uso personal de la reconocida artista, una biblioteca, mesas, sillas y sus atriles que están disponibles al público en el Museo Municipal “Lázaro Criado”.
Al respecto, Susana Ciappino, señaló: “Tengo la noble tarea de restaurar los cuadros de Juanita que fueron donados hace varios ya, se trata de pinturas en óleo, más precisamente 20 de ellas que se encuentran enmarcadas, además existen rollos pintados en tiza que tenemos que ver en qué estado se encuentran”.
“Como artista es un privilegio poder tener contacto directo con estas obras que son creaciones de una mujer que fue pionera en su época de un estilo realista. Era muy detallista, en lo que hacía y eso quedó plasmado en cada una de sus obras”.
Juanita Briones nació en La Banda el 8 de abril de 1922 se capacitó inicialmente en el arte junto al escultor Rafael Delgado Castro y el pintor Ramón Gómez Cornet.
Posteriormente, viajó a Buenos Aires para perfeccionarse y se instaló en Tucumán donde egresó como licenciada en arte y tuvo como maestro a Pompeyo Audivert. Juanita adquirió pleno dominio de todas las técnicas del dibujo, la pintura y el grabado y a través de ellos se fue adentrando cada vez más con mayor jerarquía en la temática que definiría toda su labor creadora, paisaje, rostros y escenas de Santiago del Estero y otras ciudades del norte.
Su labor adquirió, entre las décadas del 50 y el 60, una singular notoriedad y una creciente repercusión, sus exposiciones que habían comenzado en 1942 la presentaron como una admirable intuitiva, se mitificaron a lo largo del país, también en Uruguay y en Chile. La muerte de la artista se produjo en junio de 1962 a los 40 años.