Beatificación de Mama Antula: a cuatro años de este hecho histórico

Hace cuatro años el 27 de agosto de 2016, en el mismo lugar donde en 1994 se celebró el Congreso Eucarístico Nacional, en el Parque Aguirre miles de personas se reunieron para ser testigos de este día que tuvo como protagonista a una mujer santiagueña.

Desde Roma había llegado el cardenal Angelo Amato, Prefecto Emérito de la Congregación para las Causas de los Santos, en representación del papa Francisco. El enviado del Sumo Pontífice resaltó en su homilía que Mama Antula “trataba del mismo modo a los grandes y a los pequeños, al noble y al plebeyo, al rico y al pobre, al patrón y a los domésticos, a las damas de la alta sociedad y a las del pueblo. Con todos era amable, sincera, afable”.

El altar montado sobre un imponente escenario estaba colmado de obispos y sacerdotes de todo el mundo. Entre los celebrantes se encontraban el arzobispo de la Arquidiócesis de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Aurelio Poli, y el obispo de Santiago del Estero, Mons. Vicente Bokalic. Entre las reliquias que pertenecieron a la beata, su báculo cobró protagonismo ya que fue usado por el celebrante principal, Angelo Amato. Las ofrendas fueron llevadas por el largo pasillo hasta el altar por las manos de Fanny Ledesma, una de las principales difusoras de Mama Antula en Santiago del Estero, junto al padre Gerardo Montenegro, quien fuera párroco emérito de la Catedral Basílica.

Este fue el marco de la ceremonia de la beatificación, con peregrinos que viajaron desde distintos rincones de la Argentina y del resto del mundo. La emotiva Misa Criolla Santiagueña acompañó la ceremonia y a todos los presentes.