Luis Ventura se arrodilló en el estudio para hacerle un pedido muy especial a Jorge Rial

Una situación por demás sorprendente se vivió hoy, viernes, en A la tarde (América, a las 16.15), el ciclo que conduce Karina Mazzocco. Allí, Luis Ventura (67) se levantó de su asiento, fue al centro del estudio y, con cierta dificultad por sus problemas de cadera, se arrodilló para hacerle un pedido muy especial a Jorge Rial (62), su enemigo íntimo.

Lo que desató el monólogo de Ventura fueron unas declaraciones de Rial diciendo que seguía siendo amigo suyo a pesar de los juicios en los que están enfrentados y de las lanzas que se arrojan mutuamente a través de los medios.

“¿Querés decirle algo a Jorge Rial?”, le preguntó Mazzocco a Ventura. Entonces, el presidente de APTRA, desde su escritorio, le respondió: “Acá no puedo”. Caminó hacia el centro del estudio y tras pedir que le tuvieran un poco de paciencia “porque tengo la cadera embromada”, se hincó, para asombro de sus compañeros.

Así, de rodillas y con las manos entrelazadas en un gesto de ruego, Luis Ventura miró a cámara y le habló a Rial: “Jorge, ya que soy tan amigo tuyo, ¿te puedo hacer un pedido público? Una vez, vos me dijiste que cuidara a tus hijas. Me lo dijiste en el camarín, pelo a pelo, vos y yo”.

“Me mandaste una carta documento, me denunciaste diciendo que era una cosa peligrosa para alguna de tus hijas -siguió Ventura-. Entonces, hoy, yo te quiero pedir, por favor, por tu hija Morena Rial y por tu nieto Francesco: comprale una casa (a Morena), ponela a nombre tuyo, que los impuestos se van a pagar. Y si no te gusta, la casa te queda. Pero dale un techo a tu familia“.

Ventura, a Rial: “Yo te puedo decir dónde tenés la guita”

“No te vayas afuera y te laves las manos dos meses”, añadió Luis Ventura, en referencia al anuncio de Rial de que se irá a de la Argentina a México para hacer con su productora y una empresa de dicho país una serie de podcasts sobre la historia latinoamericana.

Ese proyecto de Rial también incluye, según informó pocos días atrás Ángel De Brito, un viaje a Colombia, el país del que es oriunda su novia María del Mar Ramón (30).

Siempre arrodillado y con las manos en gesto de plegaria, Ventura le planteó a Rial: “Si yo soy tu amigo, como vos decís que los soy, aunque me cuesta creerlo porque mandás cartas documento y te manejás con abogados, cosa que yo no… Entonces, dales un poquito de amor a tu hija y a tu nieto. Ellos están peregrinando por toda la Argentina. Entonces, te pido que les compres una casa, porque la guita vos la tenés.

A continuación, Ventura hizo un disparo picantísimo: “Si te olvidaste dónde la tenés, yo te puedo decir dónde la tenés”.

“Comprale una casita (a Morena)… La propiedad te queda, los impuestos se pagan y tu hija y tu nieto van a tener un techo. ¿Listo?”, cerró Ventura.

Dicho todo lo anterior, miró a sus compañeros y decidido a ponerse de pie nuevamente, les preguntó a sus compañeros: “¿Quién me ayuda?”. De inmediato, le dieron una mano y Ventura regresó al asiento que ocupa siempre en A la tarde.

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